Nuestra casa es nuestro lugar de paz, donde descansamos, donde nos
relajamos, nuestro refugio, nuestro castillo. Para sentirnos a gusto y bien
es necesario acondicionar y personalizar nuestro entorno, la decoración es
esencial a la hora de intentar formar un hogar acogedor. Disponer todo a
nuestro gusto hace más agradable y más efectivo nuestro descanso e influye directamente en nuestro estado de
ánimo. Detalles como elegir correctamente el color de las paredes, la
iluminación o la orientación de nuestros muebles son imprescindibles para crear
un entorno adecuado y agradable para vivir.
Existen miles de estilos y
tendencias que pueden dar personalidad a tu casa, pequeños detalles que pueden
cambiar toda una estancia y transmitirnos unas sensaciones u otras.
Mis tendencias favoritas
La mezcla de estilos es una opción más que acertada para decorar nuestra casa, es muy común que nos encaprichemos de ciertas piezas, independientemente de su estilo, aunque luego deben integrarse y combinar con nuestra decoración. Lo principal aquí es sentirse satisfecho y a gusto en tu propia casa, no obstante, existen ciertos estilos que, aunque diferentes, suelen nutrirse entre ellos ofreciendo siempre magníficos resultados, como es el caso de los estilos bohemio, romántico, nórdico y vintage.
La mezcla de estilos es una opción más que acertada para decorar nuestra casa, es muy común que nos encaprichemos de ciertas piezas, independientemente de su estilo, aunque luego deben integrarse y combinar con nuestra decoración. Lo principal aquí es sentirse satisfecho y a gusto en tu propia casa, no obstante, existen ciertos estilos que, aunque diferentes, suelen nutrirse entre ellos ofreciendo siempre magníficos resultados, como es el caso de los estilos bohemio, romántico, nórdico y vintage.
La mezcla de colores, estampados
y texturas del estilo bohemio o boho chic aportan una gran riqueza
visual, expresa una fuerte personalidad, apasionada, libre y aventurera, un
estilo de lo más exótico y peculiar.
El estilo romántico, en cambio, exhala calma y
pureza a través de la predominancia de tonos blancos, claros y pastel, un
estilo delicado y sutil para dar un toque clásico y
acogedor.
La decoración nórdica o escandinava introduce neutralidad y naturalidad. El aprovechamiento
de la luz natural junto con tonos claros naturales y la predominancia de líneas
rectas limpias en el mobiliario, ofrecen mayor
sensación de amplitud y pureza.
Lo antiguo cobra protagonismo si
hablamos de estilo vintage, que no
es más que la integración de piezas
antiguas a tu decoración. Ocurre que algunas piezas únicas, por antigüedad,
tienen un valor muy elevado que no siempre podemos permitirnos. En otros casos,
en cambio, no tiene porqué resultar nada caro ya que es posible adquirir objetos
y mobiliario de este tipo en tiendas de segunda mano o rastrillos. Otra de las
ventajas es que las piezas pueden ser recicladas
por ti mismo, restauradas y renovadas. Los objetos y muebles vintage
aportan un toque único, especial y original a nuestra decoración, tanto que
algunas piezas hablan por si mismas. Es una tendencia que se encuentra en auge
y que ha provocado la creación de piezas actuales con apariencia antigua,
ofreciendo así la posibilidad de poder lucir dicha tendencia de manera más asequible.
Estos cuatro estilos están
pisando con fuerza en la actualidad, se
han convertido en tendencias decorativas protagonistas que han apartado a
un lado la frialdad minimalista que hasta hace poco predominaba.
¡¡Te animo a dar personalidad y
originalidad a tu hogar con ellos!!